Las Provincias: «Un despacho de abogados valenciano, referente en las acusaciones penales más elitistas de España»

Publicado en el diario Las Provincias el 14 de octubre de 2025
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El despacho Soriano i Piqueras participa en algunas de las causas más sensibles del país -como los casos García Ortiz, Puig, Madeira o Montoro- y representa a partidos y empresas en litigios de alta complejidad

En el universo judicial español, donde se cruzan el poder político, la alta administración y los grandes intereses empresariales, pocas firmas han logrado consolidar una reputación tan sólida en el terreno de la acusación penal como Soriano i Piqueras. Dirigido por Víctor Soriano, con la abogada Inma Yáñez como una de las incorporaciones más destacadas de su equipo, el despacho se ha convertido en uno de los referentes nacionales en derecho penal administrativo y económico, con una especialización poco frecuente: la defensa del interés público y empresarial desde la acusación, en causas de enorme complejidad técnica y repercusión mediática.

El despacho valenciano ha sido protagonista en algunas de las investigaciones más relevantes de los últimos años, entre ellas el caso García Ortiz, el caso Puig, el caso Madeira o el caso Montoro, además de diversas causas por estafas millonarias a empresas. En todos ellos, su papel ha sido el de un actor jurídico riguroso y preciso, que ha sabido moverse con soltura en los límites entre lo penal, lo administrativo y lo político, un terreno en el que la técnica procesal y la estrategia resultan decisivas.

En el caso García Ortiz, que ha llevado por primera vez a un fiscal general del Estado a la antesala del banquillo de los acusados por un presunto delito de revelación de secretos, la firma legal valenciana ha estado presente en la acusación, destacando por aportar una lectura estrictamente jurídica en un entorno fuertemente politizado. La causa investiga la filtración a los medios de un correo confidencial enviado por el abogado del empresario Alberto González Amador —pareja de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso— en el que se reconocían delitos fiscales y se planteaba una negociación con la Fiscalía. El asunto, que ha sacudido la estructura institucional del Ministerio Público, ha requerido de una interpretación fina de los límites del secreto profesional, la responsabilidad jerárquica y el derecho penal de los funcionarios, materias en las que el despacho valenciano es una referencia.

No menos complejo es el caso Puig, que afecta al entorno del expresidente de la Generalitat Valenciana y actual embajador de España ante la OCDE. En esa causa, en la que se investigan presuntas irregularidades en subvenciones públicas y contratos administrativos, el despacho ha ejercido la acusación popular desde los primeros compases del procedimiento. El caso ha puesto de relieve la capacidad del equipo de Víctor Soriano para trasladar la disciplina del derecho administrativo sancionador al terreno del derecho penal, con una solvencia que ha sido reconocida incluso por otros profesionales del foro valenciano.

No menos reconocida es la intervención de los profesionales de la firma en el caso Madeira, la mayor estafa de la última década en España, donde se han detraído al menos 250 millones de euros a particulares y empresas por una trama corrupta que alcanza hasta al eurodiputado Alvise Pérez, ha supuesto otro desafío procesal de primer orden, con derivadas internacionales y financieras. Especial atención ha despertado también el caso Montoro, en el que la abogada Inma Yáñez desempeña un papel relevante al frente de la acusación popular. 

Junto a estas causas mediáticas, el despacho ha intervenido también en procesos complejos por estafas millonarias a empresas, fraudes contables y vaciamientos patrimoniales de sociedades. Su especialización en la acusación técnica le ha permitido representar tanto a entidades privadas de gran dimensión como a partidos políticos —entre ellos, el Partido Popular— en litigios donde no solo estaba en juego el patrimonio, sino también la credibilidad institucional. Como explica uno de los clientes que ha trabajado con el equipo, «en Soriano i Piqueras no se limitan a acusar, sino que diseñan la estrategia procesal completa, dominan el detalle contable y entienden los resortes de la Administración mejor que nadie».

Esa visión integral del proceso penal es precisamente lo que distingue a Soriano i Piqueras. Mientras la mayoría de los despachos se especializan en la defensa, ellos han consolidado una línea de práctica centrada en la acusación, lo que exige una combinación de meticulosidad técnica, valentía jurídica y capacidad de soportar la presión mediática y política que acompaña a los grandes casos. Víctor Soriano, abogado de sólida formación penalista y amplia experiencia en litigios institucionales, se ha consolidado como uno de los nombres más respetados de la nueva generación de juristas valencianos, con una proyección nacional que se ha visto reforzada por su participación en causas de enorme repercusión.

Su filosofía es sencilla pero contundente: «En los grandes procesos penales, la acusación debe ser tan sólida como la defensa. No basta con tener razón, hay que saber demostrarla con la técnica y el rigor que exige el Estado de Derecho». Esa máxima resume la identidad del despacho: una práctica jurídica que combina la precisión académica con la eficacia práctica, y que ha convertido a Soriano i Piqueras en una de las firmas de referencia en España para litigios de alto nivel.

Desde Valencia, el despacho, con oficinas también en Madrid y Palma, proyecta su trabajo a toda España. Su reputación se ha consolidado también por su capacidad de coordinación en casos mediáticos, donde la narrativa pública y la estrategia jurídica deben caminar de la mano. En un país donde los grandes procesos penales suelen estar dominados por bufetes madrileños, la irrupción de Soriano i Piqueras como despacho de acusación en causas de primer nivel demuestra que la excelencia jurídica también tiene acento valenciano. El equipo que lidera Víctor Soriano, con una decena de abogados de primer nivel, encarna una nueva forma de entender la abogacía penal: una práctica rigurosa, independiente y comprometida con la legalidad, que no se deja intimidar ni por los apellidos ni por los cargos.

Su presencia en los principales sumarios de los últimos años confirma que Valencia ya no solo exporta talento jurídico, sino liderazgo procesal. Y si algo caracteriza a Soriano i Piqueras es precisamente eso: la convicción de que, incluso en los juicios más difíciles, la verdad jurídica se construye con pruebas, estrategia y coraje.