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“Cuando todos dicen que no hay solución”: Soriano i Piqueras celebra su segundo aniversario con la mirada en la excelencia y la alta litigaciónEl despacho Soriano i Piqueras Abogados cumple dos años y celebra su consolidación como una firma de referencia en derecho público y urbanismo, derecho penal administrativo y litigación compleja. Con sede en Madrid y oficinas también en Valencia y Palma, la firma ha sabido posicionarse en procedimientos de gran repercusión mediática y en conflictos jurídicos donde la especialización y la estrategia marcan la diferencia.
Desde su fundación en 2023, bajo la batuta de Víctor Soriano, el despacho ha crecido con una clara vocación: la excelencia en el ejercicio de la abogacía. La mejor prueba de este posicionamiento son las valoraciones de los clientes. Uno de ellos lo resume de forma gráfica: “Víctor Soriano es un maestro de la ingeniería jurídica”. Otro añade: “Tenemos otros abogados, pero acudimos a Soriano i Piqueras cuando la respuesta tiene que ser inmediata o la complejidad es alta y todos los demás han dicho que no hay solución”. Estas frases condensan el prestigio que la firma ha ganado en un tiempo récord: ser la opción de confianza en los asuntos más difíciles, aquellos que exigen creatividad procesal y solvencia técnica al máximo nivel.
Aunque la firma nació en Valencia, Madrid se ha consolidado como la sede principal del despacho, desde donde se coordinan los asuntos de mayor envergadura y los equipos desplazados a las distintas jurisdicciones. La ubicación en la capital ha permitido una relación más directa con las principales instituciones, tribunales y clientes nacionales e internacionales, reforzando el perfil de Soriano i Piqueras como despacho de alcance estatal. “Madrid es nuestro centro de operaciones. Aquí dirigimos la estrategia de los casos más relevantes y mantenemos un contacto fluido tanto con clientes como con organismos públicos y tribunales”, explica Víctor Soriano.
En estos dos años, Soriano i Piqueras ha participado en asuntos de gran impacto social y mediático, especialmente en el ámbito urbanístico y en causas vinculadas a la gestión de fondos públicos. Entre ellos destacan las acusaciones populares en procedimientos penales por corrupción administrativa, así como la defensa de intereses en litigios urbanísticos complejos en territorios como la Comunitat Valenciana y Baleares. Uno de los ejemplos más notorios es la participación de la firma en el conocido “caso Puig”, en el que se dilucidan presuntas irregularidades en la percepción de subvenciones públicas. Este proceso, instruido en Valencia, ha situado al despacho en el foco mediático nacional y ha puesto de relieve su capacidad para dirigir procedimientos de alta sensibilidad política y jurídica.
La filosofía de Soriano i Piqueras pasa por no conformarse con las soluciones habituales. “Un expediente complejo no se gana con formularios. Se gana estudiando el contexto, la jurisprudencia más reciente y planteando estrategias innovadoras que obliguen a replantear el caso”, sostiene el socio responsable de la oficina de Madrid de la firma, José Luis Pantoja.
El crecimiento de la firma ha ido acompañado de la incorporación de profesionales con experiencia contrastada. Una decena de abogados refuerzan la capacidad del despacho en materias como penal económico, administrativo y mercantil e inmobiliario. La política de excelencia que inspira a Soriano i Piqueras se traduce en varios ejes: rigurosidad académica y técnica, con actualización constante en jurisprudencia y doctrina; diseño estratégico de los procedimientos, anticipando escenarios y preparando cada fase del litigio; cercanía con el cliente, con comunicación constante y transparente; y capacidad de respuesta inmediata, un rasgo que los clientes destacan de forma reiterada.
De cara a su tercer año, Soriano i Piqueras se plantea tres grandes objetivos: reforzar su posición en Madrid como centro neurálgico de la firma y consolidar las sedes de Valencia y Palma; consolidar sus áreas de práctica tradicionales y mantener la política de excelencia como seña de identidad, con el compromiso de no aceptar ningún caso sin una dedicación absoluta. “Nuestro aniversario no es un punto de llegada, sino de partida. Queremos ser un despacho que siga marcando la diferencia en los procedimientos de máxima complejidad”, concluye Víctor Soriano.
En apenas dos años, Soriano i Piqueras ha logrado pasar de ser un proyecto emergente a un despacho que los clientes buscan cuando las circunstancias son críticas y la complejidad técnica exige un nivel superior. Su presencia en casos mediáticos, su sede principal en Madrid y su política de excelencia constante marcan el rumbo de una firma que, a pesar de su juventud, se ha ganado ya un lugar en la abogacía española.
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